29. Un lugar llamado playa

Por fin, ya me quitaron esa cosa amarilla, de plástico duro, que ellas llamaban pamela.

Hace un sol reluciente y empieza a hacer calorcito.

En el desayuno las he oído decir que me van a llevar a un lugar llamado playa.

Estoy impaciente por llegar allí.

Pero hay algo que no tenía previsto, nos vamos en el coche. Y no me gusta el coche, me mareo, me pone nerviosa y aunque Lu se sienta conmigo, no me gusta. Y así se lo hago saber y me paso el viaje llorando.

Al final, ha parado el coche, olía a sal, alegría y libertad. Creo que este sitio me va a gustar.

Al bajar del coche, había una tierra finísima que ellas han llamado arena. Al intentar olerla, se me ha pegado en la lengua, así que llevo toda la lengua llena de arena, la he probado, pero no me gusta. Me mojan con agua, pero no se va fácilmente, además he dejado todo el recipiente del agua lleno de arena, y ahora parece más bien arena con agua.

Pero bueno, conforme se vaya secando se irá, pero claro está en la lengua y va a ser complicado que se seque del todo.

¡Hala! Eso tan grande, azul y se mueve, ¿qué es? Voy corriendo a ver si lo pillo. ¡Es agua con espuma! ¡Está salada! Y me quiere atrapar, pero yo corro mucho y no puede. Está muy fría, si estuviese calentita me metería, pero tan fría ni lo intento que luego empiezo a temblar.

¡Hala! Pasa un perro por delante de mí, nadando, intenta coger una pelotita, pero el agua la va alejando cada vez más. Yo no sé nadar, bueno no le sé, porque nunca lo he intentado, si no estuviera el agua tan fría lo intentaría. Señor Sol, ¿podría calentarla un poquito? Aunque hay mucha que calentar y creo que le va a llevar un ratito. Me voy a jugar. Me gusta revolcarme en la arena, dicen que hago la croqueta, me estoy rebozando, ellas sabrán qué es eso. Pero están felices, casi tanto como yo. Me gusta correr por la arena, está blandita. Voy a intentar morder alguna ola, pero no puedo, no se deja. Una de ellas me ha cogido desprevenida y me he mojado, tengo que deciros que el agua está salada, no es como la de beber porque es ¡el mar!

Hemos paseado un buen rato por la orilla del mar, luego se han sentado en la arena mientras yo corría y jugaba con otra perrita, cuando me he cansado me he ido a sacudirme la arena, pero estaba demasiado cerca de ellas y las he llenado de arena, han gritado mucho, pero yo me he reído mucho también ¡Qué divertido es esto de la playa!

Tengo que confesaros que me gusta mucho este lugar llamado playa.

Nube Lengualarga