He estado unos días con pocas ganas de jugar, la verdad es que no me apetecía ni tan siquiera salir a pasear, prefería quedarme en casa acurrucada en el almohadón. Ellas estaban preocupadas por mí, se lo veía en sus caras porque si os fijáis cuando los humanos se preocupan se les pone una arruguita en la frente y tanto a Lu como a mamá, se les ponía cuando se acercaban a acariciarme, además también me han dado muchos mimos, e incluso cuando se subían al sillón me cogían y me sentaban con ellas. Yo me acurrucaba entre sus brazos y se estaba muy bien, me daban calorcito.
Ya he descubierto el misterio del oso, os lo contaré.
Después de comer, mamá siempre se sienta en el sillón para ver la tele, pero la ve poco porque se queda dormida, cuando esto pasa, empieza a salir el sonido del oso, de su boca, ella duerme, pero ese sonido sale de dentro de ella, estaba muy intrigada, la observaba para ver si salía el oso. Pero no salía. Cuando despertaba le preguntaba a Lu: ¿He roncado? A lo que Lu, respondía siempre lo mismo: Sí.
¿Roncado? ¿Se llamaría así el oso que está dentro de mamá?
Como todo ello me intrigaba, cuando vi a Rec, que sabe muchas cosas, le pregunté:
–Rec, ¿conoces a Roncado el oso que hay dentro de los humanos cuando duermen?
Rec, no entendía nada de lo que le decía, él no había conocido a ningún oso, así que intenté explicarme mejor.
Y de repente, empezó a reírse de mí.
–Nube, pero qué dices de osos dentro de los humanos, no hay ningún oso dentro de ellos, lo que hacen es roncar, no todos algunos y tampoco siempre, mi amo también ronca cuando se duerme en el sillón. Me estoy acordando de una historia que todavía no te he contado, ¿quieres que te la cuente?
Pero mamá me llamó y tuvimos que dejar la historia para otro día.
Os la contaré, os lo prometo por la patita de una perrita.